El Comercio informal, ¿Amenaza u Oportunidad?
Son innumerables las personas que recurren al comercio informal bien sea porque les gusta ese estilo de comercio y obtienen buenos ingresos económicos o porque no pudieron incorporarse al empleo formal y esa fue su alternativa para trabajar. Pero, este tipo de comercio beneficia o perjudica a las ciudades?
Desde niño he podido apreciar muy de cerca a este sector en mi ciudad, he visto lo trabajador y constantes que son y hasta el amor por su trabajo, que desde una manera muy humilde, la mayoría les da un trato muy personalizado a sus clientes. Son creativos, conversadores y siempre mantienen viva a las ciudades.
Sin embargo, hay ciertas debilidades en este tipo de comercio que afectan severamente a la ciudad, siendo algunas de las más importantes la imagen, los obstáculos y la higiene. Estos puestos improvisados no sólo obstaculizan el paso peatonal y vehicular sino que de gran manera generan contaminación visual, perjudican a los locales comerciales y a la ciudad misma con su mal aspecto. De igual forma, los asociados con alimentos, no sólo no cumplen con las normas sanitarias correspondientes sino que afecta el ambiente con muy malos olores y mala apariencia.
Pero, por qué verlos como amenazas y no como oportunidades? Si se tienen tantas personas trabajadoras pero con ciertas debilidades de organización y formalidad, por qué no incorporarlos al comercio formal?.
Esta tarea definitivamente corresponde a las alcaldías o ayuntamientos en no sólo quitarlos de las calles sino reubicarlos en espacios adecuados, ayudarlos a emprender económicamente y educarlos en los aspectos dónde tengan debilidades.
Incorporar a este importante número de comerciantes y ciudadanos al comercio formal no sólo mejora la calidad de vida de ellos y de los ciudadanos, sino de toda la ciudad. Destinar centros comerciales con cómodas instalaciones y fomentar incluso el turismo con estos recursos, resultan propicios para la confirmación de ciudades con economías sustentables.
En Maracay, Venezuela, aún se conserva este tipo de comerciantes, y pese a que las autoridades han hecho algunos esfuerzos para minimizar esta problemática, no se ha logrado de forma efectiva, no sólo porque aún hay muchos comerciantes informales, sino porque la construcción de espacios para ellos continúan siendo lugares que afectan la visibilidad por su mal aspecto debido a su poco valor arquitectónico y falta de orden.
Daniel Vivas
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